Crédito y deudas en México: manejo responsable en familia

El crédito es una herramienta que, bien utilizada, da flexibilidad y construye historial. Mal manejado, puede convertirse en una carga costosa. En México, muchas tarjetas tienen tasas efectivas elevadas, por lo que el primer principio es evitar financiar consumos con pagos mínimos. La meta debe ser liquidar el total a más tardar en la fecha de pago. Si hoy ya arrastras saldo, usa estrategias claras para salir.
Con la avalancha, ordenas de mayor a menor tasa y diriges el excedente a la más cara, pagando mínimos en las demás. A medida que eliminas la deuda principal, el ahorro en intereses se acelera. Con la bola de nieve, ordenas de menor a mayor saldo y pagas primero la más pequeña. Esta opción maximiza motivación al ver resultados rápidos. Elige la que mejor encaje con tu familia.
Conoce tus fechas: la fecha de corte define el periodo de compras y la de pago, el límite para no generar intereses. Si compras justo después del corte, ganas días de financiamiento sin costo siempre que pagues el total. Activa alertas y domicilia el pago mínimo para evitar recargos por olvido, pero cada mes aporta más del mínimo para reducir el capital.
Evita trampas comunes: meses sin intereses para gastos que no puedes sostener, compras por impulso, avances de efectivo con comisiones altas y consolidaciones de deuda sin presupuesto detrás. Antes de aceptar una oferta, pregunta: ¿esto mejora mi flujo? ¿Cabe en el presupuesto sin sacrificar ahorro y necesidades?
Negocia. En ocasiones, los bancos ofrecen tasas preferenciales o reestructuras si mantienes buen comportamiento. Compara tarjetas con menores comisiones y beneficios reales para tu estilo de vida. Si usas recompensas, que sea sin gastar más. Para créditos más grandes, como hipoteca o auto, calcula el costo total, no solo la mensualidad. Un enganche mayor y un plazo más corto reducen intereses.
Finalmente, protege tu historial con pagos puntuales y baja utilización de línea (idealmente debajo del 30%). Revisa tu reporte de crédito periódicamente. Recuerda: el crédito debe servir a tus metas, no financiarlas a cualquier costo. Con un plan, disciplina y comunicación en casa, salir de deudas es posible y sostenible.